¿POR QUÉ EL AMOR NO ES SUFICIENTE? EL DISEÑO DIVINO PARA EL MATRIMONIO

¿Por qué el amor no es suficiente? Porque muchas parejas descubren con el tiempo que, aunque comenzaron su relación con apasionados sentimientos de amor, eso no basta para sostener un matrimonio a lo largo de los años. El amor es fundamental, sí, pero no cualquier tipo de amor. El diseño divino para el matrimonio va mucho más allá de los sentimientos.

El amor malinterpretado por la sociedad

Vivimos en una cultura que usa la palabra amor para describir casi todo: desde el noviazgo hasta las relaciones sexuales o los sentimientos románticos. Cuando iniciamos una relación de noviazgo, afirmamos estar “enamorados”. Al referirnos a las relaciones sexuales, decimos comúnmente “hacer el amor”. Y cuando expresamos nuestros sentimientos por otra persona, decimos “amarla”.

Nuestra sociedad ha limitado el amor al plano sentimental, pasional y físico. Este tipo de amor —el amor natural— responde a los sentidos, pero no tiene raíces profundas. Por eso, muchas relaciones que comienzan con entusiasmo, terminan en separación, dolor o incluso violencia.

El amor natural no es suficiente para sostener un compromiso de por vida.

El amor natural se desgasta

Construir un matrimonio sobre el amor natural puede funcionar durante un tiempo. Sin embargo, tarde o temprano, los retos de la vida, el paso de los años y las diferencias personales apagan ese fuego inicial. Todas las parejas, en algún momento, pasan por temporadas difíciles. Y si el amor no está bien fundamentado, corre el riesgo de extinguirse.

Entonces, ¿por qué el amor no es suficiente? Porque necesita ser sostenido por algo más grande: el amor sobrenatural de Dios.

El diseño divino para el matrimonio

La Biblia nos revela que el verdadero amor que sostiene un matrimonio no se origina en nosotros, sino en Dios. Romanos 5:5 lo establece claramente: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Este amor entra en nuestra vida cuando le entregamos el corazón a Jesucristo y lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador.

Este amor divino:

  • Nos enseña a respetar a nuestro cónyuge

  • Nos ayuda a ser pacientes, misericordiosos y compasivos unos con otros

  • Nos fortalece para perdonar, ceder y servir

  • Nos permite cumplir los deberes conyugales con mansedumbre y amor (1 Pedro 3:1–7; 1 Corintios 7:3–5)

Cuando el amor sobrenatural sostiene el matrimonio

El amor no es suficiente cuando se basa solo en emociones o atracción. Sin embargo, cuando se fundamenta en el amor de Dios, se vuelve fuerte, resiliente y duradero. Este amor sobrenatural enriquece incluso las áreas emocionales, sexuales y sentimentales de la relación, y fortalece el vínculo entre los esposos con el paso del tiempo. Recomendamos leer nuestro artículo: “La gloria del matrimonio“.

El pacto y los principios bíblicos

Un matrimonio sólido y feliz no depende solo de lo que sentimos, sino de nuestra disposición a vivir según los principios de la Palabra de Dios. El compromiso hecho en el altar —“hasta que la muerte nos separe”— solo se puede honrar con la ayuda del amor divino.

Eclesiastés 4:9–12 nos recuerda que dos son mejor que uno, y que un cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente:
“Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero… Y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”

Conclusión: El hilo que no se rompe

Querido lector, nuestro amor humano, por fuerte que parezca, es frágil. Pero cuando el hilo de cada cónyuge se entrelaza con el hilo fuerte y eterno del amor de Dios, se forma un cordón que no se rompe.
Entonces, ¿por qué el amor no alcanza? porque el diseño divino para el matrimonio va mucho más allá de los sentimientos.

Ritchie y Rosa Pugliese


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