NAVIDAD, UN TIEMPO DE MILAGROS

La Navidad es una época especial del año cuando los corazones se ablandan y se acercan a Dios. ¡Un tiempo propicio para milagros!

Puede que este año la celebración de la Navidad esté empañada por la ausencia de seres amados que ya no están entre nosotros, familiares que viven lejos, escasez financiera o por cualquier otro motivo. Sin embargo, podemos hacer de esta Navidad el momento ideal para ir al corazón del Padre y encontrar nuestro refugio y consuelo en Él. No hay Navidad triste cuando sabemos que Dios quiere hacer un milagro, algo nuevo en nuestra vida.

Veamos qué dice el relato bíblico y abramos nuestro corazón.

  1. NAVIDAD, UN TIEMPO PARA QUE LLEGUE A NUESTRA VIDA ALGO NUEVO… UN MILAGRO

Un ángel se apareció a María y le dijo: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS” (Lucas 1:31). El ángel le anunció que llegaría algo nuevo a su vida: nada más y nada menos que un hijo… ¡y concebido por el Espíritu Santo!  No solo era algo nuevo, sino un rotundo milagro. Este es un tiempo para orar y pedir a Dios un milagro. ¡Sí, ese milagro que estamos esperando!

  1. NAVIDAD, UN TIEMPO PARA CONCEBIR UN NUEVO PROPÓSITO DIVINO EN NUESTRA VIDA

En referencia al que habría de nacer (Jesús), el ángel le dijo: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:32). De modo que el nacimiento de Jesús tendría el propósito de glorificar a Dios y establecer su reino eterno. Este es un tiempo para pedir a Dios que cumpla su propósito en nuestra vida.

  1. NAVIDAD, UN TIEMPO PARA QUE EL ESPÍRITU SANTO GESTE ALGO NUEVO EN MEDIO DE SITUACIONES HUMANAMENTE IMPOSIBLES

Cuando María recibió el mensaje sobrenatural del ángel, era una doncella virgen, que estaba comprometida, pero no casada (en esa época era requisito que toda muchacha judía se conserve pura hasta el día de la boda). Eso hacía que fuera totalmente imposible que sucediera lo que el ángel le había anunciado. “Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:34-35). Este es un tiempo para pedir a Dios que geste algo nuevo en medio de nuestras imposibilidades. ¡Nada es imposible para Dios!

  1. NAVIDAD, UN TIEMPO DE PREPARACIÓN ESPIRITUAL

María no era una muchacha cualquiera, sino pura. Por eso en Lucas 1:27 se repite dos veces la palabra “virgen”: “…a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María”. Dios eligió a María porque se había conservado en pureza. Si queremos recibir algo nuevo de Dios debemos santificarnos delante de Él, como dice la Palabra “el que es santo, santifíquese todavía” (Apocalipsis 22:11). Este es un tiempo para santificarnos delante de Dios.

  1. NAVIDAD, UN TIEMPO PARA HALLAR GRACIA DELANTE DE DIOS

El ángel le dijo a María “has hallado gracia delante de Dios” (Lucas 1:30). ¿Qué es la gracia? La gracia es un favor inmerecido; algo que se recibe como un regalo, no por fruto de nuestras buenas obras o el esfuerzo personal. No hay penitencias humanas que nos hagan ganar el favor de Dios.  Este es un tiempo para orar y pedir la gracia y el favor de Dios sobre nuestra vida.

  1. NAVIDAD, UN TIEMPO PARA NO TEMER, SINO PARA CREER Y RENDIRNOS A DIOS

Cuando el temor llega a nuestra vida nos paraliza y nos impide creer. Por eso el ángel le dijo: “María, no temas” (Lucas 1:30). No hay mejor tiempo que la Navidad para rendirnos a Dios a fin de que Él haga su voluntad en nuestra vida, aunque no lo entendamos.

En esta Navidad, Dios quiere hacer algo nuevo en ti con un propósito eterno. Quizás observes tu condición de esterilidad, sequía, tristeza, dolor, ausencias, imposibilidades y frustraciones y no entiendas cómo podrá ser eso; pero te invitamos a expresar a Dios, como lo hizo María: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38)

¡Feliz Navidad!

Te desean Ritchie y Rosa Pugliese


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