PROTEJAMOS NUESTRO HOGAR

Protejamos nuestro hogar del enemigo. ¿Por qué? Porque si algo hemos aprendido de la pandemia del 2020 es que nuestro hogar es un lugar de refugio y protección, y como tal, es uno de los “tesoros” que más debemos cuidar.

Y debido a que nuestro hogar es muy importante para nuestra estabilidad emocional e incluso física (como ya hemos comprobado) hay enemigos invisibles, pero reales, que pretenden robarnos la paz y la seguridad familiar.

¿Cuáles son los pasos prácticos para proteger tu hogar del enemigo?

Paso 1: Acepta a Jesús como tu Señor y Salvador

Tal vez ya hayas dado este paso, pero para aquellos que todavía no lo han hecho el primer paso (indispensable) para proteger el hogar de las tinieblas es entablar una relación personal con Jesús: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Porque cuando recibimos a Cristo no solo protegemos nuestro hogar, sino que aseguramos nuestra salvación y residencia futura en el hogar celestial. Esto es posible gracias a la obra redentora de Cristo en la cruz del calvario. “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31)

Paso 2: Haz un inventario espiritual de tu vida

Para poder echar cualquier obra de las tinieblas de tu hogar debes estar dispuesto a tratar con ciertas áreas de tu vida. Se dice que los demonios son como las ratas y el pecado como la basura. Si echamos a las ratas y conservamos la basura seguiremos estando en peligro. Sin embargo, si nos deshacemos de la basura, las ratas no tendrán de qué alimentarse. En otras palabras, debemos primero quitar la basura para que librarnos de las ratas.

Necesitamos eliminar de nuestras vidas las cosas que Dios aborrece, de lo contrario, estaremos dando acceso al enemigo. En Mateo 12:43-45 leemos: “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero”.

Pide al Señor que te revele toda forma de pecado en tu vida (la basura) que está haciendo que el enemigo (las ratas) se sienta “cómodo” en tu hogar. Para cerrar la puerta al enemigo, debemos arrepentirnos, lavarnos con la sangre de Cristo y recibir el perdón. De esta manera, no habrá ninguna posibilidad de que el enemigo se siga retroalimentando de los pecados no confesados y termine por destruir nuestro hogar.

Paso 3: Dedica tu hogar al Señor

El próximo paso para proteger tu hogar de las tinieblas es dedicarlo al Señor. Además de invitar al Señor a vivir en tu corazón puedes invitarlo también a que sea parte de tu hogar. Que el lema de tu hogar sea “yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15). Declara que tu hogar tendrá un propósito divino, que no servirá de base para la operación de ninguna fuerza de las tinieblas, sino que el fundamento de tu hogar será el Señor y que allí brillará la luz de Cristo.

Paso 4: Prepárate para la batalla

Cuando hablamos de “batalla” nos referimos al ámbito espiritual. Como hijos de Dios batallamos desde los lugares celestiales para proteger nuestro hogar y poner límite a la obra de las tinieblas. Pide al Señor que te dé una estrategia para batallar en oración contra el mal que quiere infiltrarse en tu hogar. La estrategia puede ser orar, alabar, adorar, leer las promesas de la Palabra de Dios, etc. Pide, por sobre todo, que la sangre de Cristo proteja y cubra tu hogar. Puedes leer el Salmo 91 en voz alta, además de tomar autoridad en el nombre de Jesús para atar a toda fuerza del enemigo de tu hogar.

Paso 5: Haz un inventario espiritual de tu hogar

Para dar este paso, pide al Señor que te dé discernimiento espiritual. Recorre cada lugar de tu casa y permite que el Espíritu Santo te muestre si hay algún objeto que debes eliminar porque no conoces su origen, no trae paz a tu corazón o realmente sabes que no glorifica a Dios. Si son muchos objetos, haz una lista detallada.

Paso 6: Limpia tu hogar de objetos impuros

Los objetos a eliminar de tu hogar son nocivos para cualquiera que los posea, por eso recomendamos no venderlos ni regalarlos, sino destruirlos y tirarlos a la basura. Deuteronomio 7:25 nos muestra qué hacer: “Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios”. Entonces, toma lo que debes eliminar de tu casa, ponlo en una bolsa y luego quémala como un acto simbólico de purificación y limpieza. Una vez que lo hayas hecho, renuncia a cualquier participación que tú o tu familia hayan tenido con ese objeto. Pide al Señor que te perdone y te limpie de todo pecado.

Paso 7: Limpia la atmósfera de tu hogar

Luego de limpiar tu hogar de objetos impuros, el próximo paso es limpiar la atmósfera espiritual de cada habitación. Recorre cada habitación y arrepiéntete de cualquier pecado conocido que allí se haya cometido. Si el lugar donde vives estuvo ocupado por otras personas antes que tú, pide al Señor que te muestre cómo orar para limpiar espiritualmente cada habitación. Permite que el Espíritu Santo te guíe.

Si te has mudado recientemente y has notado cierta opresión o “atmósfera pesada” podría ser una señal de que debes cortar y cancelar alguna obra de las tinieblas en el nombre de Jesús. Bendice tu casa y declara en ella el favor y la bendición de Dios.

Paso 8: Consagra tu hogar y tu casa

Una vez que hayas realizado la limpieza espiritual, ahora es el momento de recorrer cada habitación para consagrarla a Cristo. Una cosa es limpiar el hogar con la sangre de Cristo, otra es consagrarla al Señor. Consagrar tu casa en este contexto significa declarar sobre cada habitación la intervención del Espíritu Santo. La Palabra de Dios dice en 2 Corintios 3:17 “donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. Declara en el dormitorio la bendición de Dios sobre tu vida íntima; bendice la sala y declara que allí reinará Cristo, que se tendrán conversaciones edificantes y que no se verán en la pantalla de la TV, celular o computadora imágenes que contaminen tu vida y tu hogar.

Si tu casa tiene un balcón, patio, jardín o terreno delantero o trasero, recorre cada lugar y declara la bendición de Dios allí. A algunos les gusta enterrar en cada esquina del terreno un papel escrito con promesas de bendición para el hogar. Utiliza tu imaginación para bendecir tu casa.

Paso 9: Decora tu hogar con objetos que glorifiquen al Señor

Además de limpiar y consagrar tu hogar, puedes decorarlo de manera que glorifique a Dios. Por ejemplo, puedes colgar un cuadro con una promesa bíblica o colocar una biblioteca con libros cristianos. Además, llena tu hogar con acciones que glorifiquen a Dios, como por ejemplo poner música cristiana, cantar y alabar a Dios, utilizar la Internet para leer material que edifique tu vida espiritual, predicar, contar testimonios o simplemente hablar de la fidelidad de Dios a otros. Todo esto contribuye a un buen ambiente espiritual. Sin embargo, lo más importante es que dentro de las puertas de tu hogar se practiquen los principios de la Palabra de Dios.

Paso 10: Conserva y mantén la victoria espiritual

Una vez que tu casa esté limpia, consagrada, decorada y hermoseada con la presencia de Dios, traza una estrategia para vivir confiado, pero siempre alerta y vigilante contra toda estrategia engañosa del enemigo. Discierne en tu espíritu cualquier posible infiltración de las tinieblas dentro de tu hogar para repelerlas tal como enseña 1 Pedro 5:8-9: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar… al cual resistid firmes en la fe” (v. 9). Utiliza la autoridad espiritual que Dios te ha dado en Cristo no solo para bendecir cada día tu hogar y declarar la presencia gloriosa del Espíritu Santo, sino también para mantener bajo tus pies a las fuerzas del mal. “Y [el Señor sometió todas las cosas [incluso al diablo y sus demonios] bajo sus pies, y lo dio por cabeza [victoria] sobre todas las cosas a la iglesia” (Efesios 1:22). Recomendamos leer también otro artículo de nuestro sitio web “Limpieza espiritual” que te ayudará en este proceso.

¡Protejamos nuestro hogar del enemigo! Y hagamos todo lo necesario para que sea un lugar donde reine la paz, la armonía, el amor y la libertad que trae la presencia de Dios.

Ritchie y Rosa Pugliese

 

 


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